LOS INGENIEROS DEL SABER
Por. Brizeida Hernández Sánchez
El pedagogo tiene que conocer las metas que persiguen sus estudiantes, cómo influyen en sus intereses y que esfuerzos requieren para afrontarlos, de igual forma las pautas de actuación a seguir para motivarlos hacia el aprendizaje funcional.
Hay pasos a seguir lo primero, es orientar al estudiante hacia metas de aprendizaje y metas de ejecución, ayudarles a comprender que sus errores son fuentes de conocimientos, aunque puede deberse a la falta de habilidad en un momento dado, es modificable por el esfuerzo, aquí entra en juego la estrategia del profesor.
Concebir el proceso educativo desde la óptica transdisciplinaria es construir el conocimiento más allá de la simple reproducción cognitiva, un docente no es simplemente aquel que está en la escuela y dentro del aula, es un ser humano capaz de aprender y enseñar en cualquier espacio y tiempo.
El aula es un sistema complejo que alberga dimensiones que van desde biológico, fisiológico, bioquímico, genético, social, económico, cultural y psicológico. La escuela y la comunidad son espacios de formación paralelos y prácticos que se circunscriben por medios de las actividades propia del proceso didáctico.
Enseñar es el conjunto de recursos técnicos que tienen por finalidad dirigir el aprendizaje; la meta es llevar al estudiante a alcanzar un estado de madurez que le permita enfrentar una sociedad exigente con competencias específicas y alta responsabilidad para ser un ciudadano productivo.
La enseñanza es la acción de prever circunstancias para que el participante del saber aprenda. Esa habilidad de enseñar es “cualquier forma de orientar el aprendizaje a otro, desde la acción directa del maestro hasta la ejecución de las tareas de total responsabilidad del que estudia, siempre que haya sido prevista”(Borquez,2006).
La habilidad de enseñar consiste en mediar desde las dimensiones del ser humano una cultura de aprendizaje y reingeniería permanente; para ello es necesaria una planificación estratégica; esto el educador lo convierte en el acto didáctico, de esta forma los estudiantes serán capaces de usar sus conocimientos previos, científicos, tecnológicos y pedagógicos para transferirlo a su vida cotidiana.
El maestro se convierte en ingeniero de saber, diseñador de herramientas e instrumentos probados que van desde cómo cuidar el planeta hasta cómo ser un astronauta; enseñar depende en buena medida de los métodos, estrategias y técnicas didácticas, responde a un proceso planificado que demanda conocimientos científicos, tecnológicos (¿Qué enseñar?), y pedagógicos (Cómo enseñar).
Las competencias docentes implican un profesional con alta preparación en planificación, con un liderazgo genuino, autoconcepto auténtico, con habilidades de pensamiento crítico, con altos procesos metacognitivos, necesariamente gozar de un estado de bienestar pleno, y que este emocionalmente saludable.
También la didáctica fortalece el pensamiento crítico del docente de tal forma que sea capaz de probar su hipótesis, interpretar causas, predecir efectos, y generar pensamiento creativo, innovador para sus estudiantes.
El educador hoy cuenta con recursos científicos como la investigación y recursos tecnológicos para estar actualizado, tienen los programas de estudio que responden a la realidad con la capacidad de ser abiertos y flexibles para que puedan contextualizarlos en aula; están enriquecidos con otros métodos de enseñanzas, nuevas fuentes que sustentan el currículo.
Ser ingenieros del saber exige una actitud positiva, pasión, determinación, trabajo en equipo y respeto a la diversidad de aprendices; ser consciente de su rol como sujeto social clave del proceso dentro de la comunidad; consecuente con sus acciones que lo hagan merecedor del respeto y dignificando sus derechos.
Para consolidar el camino a la excelencia le falta seguir con la reingeniería humana a la velocidad con que se mueve el conocimiento, para que cada estudiante sea artífice y constructor de su conocimiento.
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